

The Trap
Episode 10 | 51m 46sVideo has Closed Captions
Ramon asks Lucia to bug Joao's farm so that they can monitor his activity.
After Ramon proposes that she collaborate with the police to help Jose, Lucia hatches a plan to get herself access to Joao’s farm. Meanwhile, Jose, Juan and Manuel try to convince Joao they had nothing to do with the missing drugs.
Problems playing video? | Closed Captioning Feedback
Problems playing video? | Closed Captioning Feedback

The Trap
Episode 10 | 51m 46sVideo has Closed Captions
After Ramon proposes that she collaborate with the police to help Jose, Lucia hatches a plan to get herself access to Joao’s farm. Meanwhile, Jose, Juan and Manuel try to convince Joao they had nothing to do with the missing drugs.
Problems playing video? | Closed Captioning Feedback
How to Watch The Accident
The Accident is available to stream on pbs.org and the free PBS App, available on iPhone, Apple TV, Android TV, Android smartphones, Amazon Fire TV, Amazon Fire Tablet, Roku, Samsung Smart TV, and Vizio.
Providing Support for PBS.org
Learn Moreabout PBS online sponsorship- Me estoy preparando un té.
¿Quieres uno?
- Sí.
¿Y Lucas?
- [Rosario] Ya está mucho mejor.
De no ser por tu padre, fíjate lo que te digo, yo no sé si estaría vivo.
- [Lucía] Pues, seguro.
Es increíble, ¿no?
Que papá haya sabido curar una herida de bala.
- Mira una cosa, hija, no me gusta meterme, tú ya lo sabes, pero deberías tener una conversación muy seria con José.
Creo que te está ocultando muchas cosas.
- Pues, no es el único.
- ¿Qué quieres decir?
- ¿De qué conoce papá a Joao?
- Pues, ¿de qué le va a conocer?
De aquí, del pueblo.
- ¿Del pueblo?
¿Tú también me vas a engañar?
A ver... ¿Y esto, mamá?
¿Esto qué es?
¿Esto qué significa, mamá?
¿Hmm?
- ¿De dónde has sacado eso?
- ¿Qué más da de dónde lo he sacado?
- Eso fue hace mucho tiempo.
Tu padre es un hombre bueno.
- No lo dudo.
¿Me vas a decir qué pasó?
- Que eso fue hace mucho tiempo, Lucía.
- Bueno, fue hace mucho tiempo, haced memoria, que seguro que te acuerdas.
- Conoció a Joao en la legión.
Eso sí lo sabías.
- Sí, sí lo sé.
- [Rosario] Que se alistó en la legión cuando era muy joven.
- Mjm.
Bueno, pues, Joao le convenció de que podían ganar mucho dinero.
En Angola.
- ¿Y?
- Y ya está.
- ¿Y qué más?
- Que ya está.
Que no hay nada más.
Que tu padre nunca habla de eso.
- Bueno, pues, va a tener que hablar porque iré a preguntárselo, verás tú qué rápido.
- Mira, Lucía, Lucía... a tu padre le ha costado mucho superar lo que vivió allí.
Se despertaba gritando por la noche, tenía ataques de pánico, pero consiguió seguir adelante.
- Mamá, necesito saber qué está pasando, ¿lo entiendes?
- ¿Qué está pasando?
- Sí.
- Mira, lo que pasa es que tienes un padre que te ha criado con todo el amor de su corazón, que te quiere con locura, que daría su vida por ti.
Que ayuda a todo el mundo, que se desvive por los demás.
¿Qué más necesitas saber, hija?
- ¿No te parece curioso que de todas las empresas de transporte que hay Joao haya ido a buscar a la de José?
- ¿Qué quieres decir?
- Pues, no sé, a lo mejor quería tenerlo cerca por algo.
Y no precisamente pa cuidarlo.
- Lucía, Lucía, te lo pido, por favor.
Deja a tu padre al margen de todo esto.
Mira, si le presionas... Si le presionas, hija, yo no sé lo que puede pasar.
- Déjame, mamá.
[timbre telefónico] ¿Sí?
Sí, ahora mismo voy.
[♪ Cecilia Krull: "La verdad"] - Te he hecho venir porque creo que podemos ayudarnos mutuamente.
Si tú quieres, claro.
- ¿Y qué tendría que hacer?
- Bueno, tienes acceso al entorno de Joao.
Te conoce.
[Ramón carraspea] Has estado varias veces en su finca y tu hijo es amigo del hijo de Lula.
- Sí.
¿Y?
- Si conseguimos poner unas cámaras dentro de su casa, tendríamos información de primera mano.
- ¿Unas cámaras?
¿Y cómo?
¿Las pongo yo?
- [Ramón] Sé que no suena fácil, pero te enseñaría a hacerlo.
Y te daríamos toda la cobertura de la que disponemos.
- Ya.
¿A cambio de qué?
- Es muy sencillo.
De ser la mujer de un traficante, posible encubridora, pasarías a ser nuestra colaboradora.
Yo hablaría bien de ti.
No te aseguro nada, pero ayudaría.
- ¿Y no iría a la cárcel?
- Bueno, si nos ayudas a atrapar a Joao, el juez lo valoraría y mucho.
- ¿Y José?
- Eso es más complicado.
Lucía, si aceptas, él no debe saber nada.
- ¿Y cómo hago para que nadie se extrañe de que esté allí?
Yo he ido alguna vez con mi hijo y el día de la matanza con José, pero... - Lo sé, lo sé.
No te preocupes.
¿Hmm?
Ya pensaré algo.
Estoy en ello.
- Si, si trabajo allí, podría moverme con naturalidad, pero... - Hombre, eso sería lo perfecto.
- Ya.
[♪ música de suspenso] - [María] Tenemos un problema.
- ¿Qué pasa?
- Nico se ha despertado del coma.
[♪ música de suspenso] José, no podemos dejar que hable.
- Un momento, un momento.
Si estáis pensando lo que creo que estáis pensando, conmigo no contéis, ¿eh?
- Hermano, vete si quieres.
De verdad, no pasa nada.
- No, no me voy.
Lo que quiero es convenceros de que no podemos matar a una persona.
- [José] Pues, no hagas eso.
[♪ música de suspenso] - José, por favor.
- A ver, Nico es el tío que intentó matarte, ¿vale?
¿Tú qué crees que va a pasar si habla?
¿Qué crees que le van a hacer a tu sobrino y a Lucía?
[♪ música de suspenso] - Pues, vamos a la policía... - [José] Hermano, no me jodas.
Estaríamos mucho más seguros en la cárcel.
Una semana duramos allí.
El hijo puta de Joao tiene gente en todos lados.
- [Juan] Es una puta locura.
- Bueno, es una locura, pero no tenemos alternativa.
Es o él o nosotros.
O él o Lucía y Samuel.
Yo lo tengo claro.
- Joder.
- Vete, de verdad, no pasa nada.
Ya está.
- Y dale, que no me voy.
Que también son mi familia.
- [José] Vale.
[♪ música de suspenso] - ¿Quién lo va a hacer?
[♪ música de suspenso] - Yo.
[♪ música de suspenso] - ¿Crees que vas a poder?
- Dios... - Habitación 207.
Lo que no sé es cómo lo vamos a hacer porque hay un policía todo el rato en la puerta.
[♪ música de suspenso] - No hace más que preguntar por José.
¿Qué está pasando, Manuel?
¿En qué líos está metido este chico?
- No tengo ni idea, te lo juro.
- Ya.
Hasta que no encontremos un sitio más seguro es mejor que no se mueva de aquí.
Toma.
- Yo me ocupo.
[susurrando] Lucas.
Lucas, despierta.
Despierta.
- ¿Manuel?
- [Manuel] Ven aquí.
- Manuel.
- Ven aquí, ven.
- [Lucas] Manuel.
- Despacio, ¿eh?
Ya está.
- Lo han matado.
- [Manuel] Lo sé, lo sé, lo sé.
Pero no te preocupes de eso ahora.
Ahora no te preocupes de eso, ¿vale?
Ya está.
Ya está, ¿eh?
Ya, ¿eh?
Ven aquí.
[Lucas llora] Ya lo verás, ¿eh?
Ya lo verás, ¿eh?
- Tengo... tengo que hablar con José.
- ¿Qué pasa?
- Dejé la mochila con la droga en casa de tu hermana.
- No me jodas, Lucas.
- No sabía qué hacer, joder.
- Pica, ya está.
Está bien.
Mira, te he traído ropa, ¿eh?
Póntela despacito, ¿eh?
Cuidado con la pierna.
[suspira] [Lucas solloza] Lucía, ¿estás en casa?
Es que quería ir a hablar contigo.
Ah, que tú también.
Vaya.
Sí, el papá está aquí.
No, no, no le digo nada.
Venga, ahora nos vemos.
Chao.
[Lucas solloza] Venga.
Cuidado, ¿eh?
Que ya está, ¿eh?
[sirena de ambulancia] [♪ música de suspenso] - ¿Nacho?
Nacho.
- ¿Qué te ha pasado, María?
- Me han robado en el parking.
Me han robado.
- Vale.
Vale, tranquila.
Tranquila, María.
A ver.
- Porque ha sido culpa mía, porque no les quería dar el bolso.
Soy gilipollas.
- Vale, escúchame, mírame.
Bueno, escúchame, lo primero es curarte la herida, ¿vale?
Siéntate, espérate aquí, voy a buscar a una enfermera.
- No, no, que no me quiero quedar sola, por favor.
Por favor, por favor.
- Bueno, está bien, vamos.
[♪ música de suspenso] Central, ha habido un atraco en el parking del hospital.
Manden un coche patrulla, ¿vale?
Para que eche un vistazo.
Por favor, mirad adentro del coche.
Eh, sí.
Es posible que siga por los alrededores.
Vale.
[♪ música de suspenso] - José.
[♪ música de suspenso] [pitidos] [respirador artificial] [pitidos] [descarga de inodoro] [♪ música de suspenso] - Hola.
Uy, uy, uy, uy.
- Se llama Rumba.
- ¿Rumba?
- Es una perra muy buena.
- Hola, Rumba bonita.
¿Y qué le pasa?
- Está malita, tiene cistitis.
- ¿Sí?
- [Jacinto] Hmm.
- Pobre.
- Métela en el transporting.
- Sí, claro.
Vente conmigo, ven.
Ay.
Muy bien.
Venga.
Estaría hasta arriba de trabajo, ¿no?
Imagino, con tanta finca por la zona.
- Más que cuando trabajabas tú aquí, la verdad.
- Bueno, pero eso quería hablar contigo también, para saber si teníais algo de trabajo para mí.
- Jacinto.
- [Jacinto] ¿Sí?
- Hmm, sigue sin comer nada.
- [Jacinto] Vaya.
- Creo que tiene parásitos.
- [Jacinto] Llévalo a la sala, ahora mismo voy.
- Sí, vale.
- Discúlpame un momento.
Y no te vayas, así seguimos hablando de tu reincorporación, ¿vale?
- Vale.
[♪ música de suspenso] Solución... [♪ música de suspenso] [murmullos] - [Manuel] ¿Papá, un mercenario?
Yo alucino.
¿Seguro que no es un montaje?
¿Quién te lo ha mandado?
- No, no es un montaje, Manuel.
¿Seguro que tú no sabías nada de esto?
- Pero si es pastor evangelista, ¿yo qué iba a saber?
- Ya.
¿Y lo de José?
¿Tampoco lo sabías?
!¡Ts!
Que te estoy hablando, Manuel.
No me lo puedo creer.
O sea, ¿mi propio hermano también me engaña?
¿Cómo no has podido decirme nada?
- A ver, escucha, todo empezó cuando Samuel se puso muy malito.
Ahí tú no estabas para que te contaran nada.
- Pues, has tenido tiempo después de decírmelo.
- Mira, era mejor que no lo supieras.
- ¿Era mejor que no lo supiera?
Mira, como vuelva a escuchar esa frase mato a alguien, te lo juro.
"Es mejor que no lo supiera".
- Mira, hermana, tú no lo hubieras permitido, José lo sabía.
- [Lucía] Ya.
- La empresa no tiraba y todo eran gastos.
Samuel necesitaba las medicinas, la operación y apareció Joao y puso la pasta sobre la mesa.
- Ya.
- Dijo que quería ayudar, que solo serían dos transportes.
- ¿Y después qué?
- Después lo tenía cogido por los huevos.
- José es un imbécil, pero es que tú, tú eres otro imbécil por no decirme nada.
[timbre] ¿Qué pasa?
- Nos vamos de aquí, voy a por la maleta.
- José, ¿qué haces?
- [José] Hay que llamar al colegio para buscar a Samuel.
- [Lucía] Vamos a ver, ¿quieres parar un momento?
- ¿Me haces el favor de hacerme caso y llamas al colegio, por favor?
- Que pares, te estoy diciendo.
[José exhala] ¿Qué?
- Yo lo siento mucho, pero estamos en peligro.
- No voy a ir contigo a ningún sitio.
No voy contigo, ya está.
- Bueno, vamos separados, pero nos vamos.
- [Manuel] ¿Qué pasa?
- Joao se va a enterar que tenemos la carga.
- ¿De qué estáis hablando?
- Nico, el matón de Joao, que estaba en coma, pero ha salido del coma y lo sabe todo.
- ¿Ves por qué nos tenemos que ir?
¿Lo entiendes ahora o no lo entiendes?
- El que no lo entiende eres tú.
No voy contigo a ningún sitio, y menos con mi hijo.
Punto, ya está.
- Espera, espera.
¿Y por qué no se la devuelves?
- ¿De qué me estás hablando?
- A ver, Joao sabe que alguien se le ha intentado liar, pero no sabe quién.
Aunque parezca que estás de su lado.
Tú la tienes, ¿no?
- No, es que esta es otra.
No la tengo la carga.
- Que no sabemos dónde la escondió Lucas.
- Pero me da igual, da igual.
- La droga la tengo yo.
- ¿Cómo que la tienes tú?
- Pues, ya ves.
- A ver, ya está.
Tú le devuelves la droga, le dices que ha sido cosa de los conductores, que tú no tienes nada que ver.
Total, Tomás está muerto y Lucas es mejor que desaparezca.
- Pero eso es muy arriesgado, Manuel.
Que Joao no tiene un pelo de tonto, que eso no se lo va a tragar.
Aquí lo importante es saber qué hacemos con Nico.
- Cuñado, paso por paso.
De momento Nico está fuera de juego, ¿eh?
- Es que no tenemos muchas opciones.
- Te doy la droga si voy contigo a la finca.
- No, ni hablar.
- Vamos a ver.
- Ni hablar.
Es muy peligroso, Lucía.
Tú no te metas, coño.
- Eh, vamos a ver, si vas conmigo no te va a hacer nada.
No va a pasar nada.
Tenemos que ir juntos, José.
- He dicho que no.
- Pero vamos a ver.
- Lucía, yo creo que tampoco es buena idea, ¿eh?
- Me da igual que no te parezca una buena idea.
Que estoy ya cansada de, de escuchar y que me dejéis al margen.
Lo hacéis todo al revés.
O voy contigo o no hay droga.
Punto, ya está.
[♪ música de suspenso] [pitidos] - ¿Le viste la cara al atracador?
- No, pasó todo muy rápido.
Llevaba capucha.
- ¿Iba armado?
- Sí, llevaba una navaja.
Parecía un yonqui o algo así.
- Cuando he venido Nico estaba solo.
No lo dejes solo nunca.
- Bueno, estando como está no creo que vaya a ir muy lejos.
- Nico.
Nico, soy yo, Lula.
¿Me oyes?
¿Eh, Nico?
¿Me oyes, Nico?
[pitidos acelerados] Hola, Nico, soy yo.
[pitidos acelerados] Vete, que le pones nervioso.
[pitidos acelerados] !¡Fuera!
!¡Fuera de la habitación!
Se ha pasado, Nico.
Se ha pasado, Nico.
Soy yo, Lula.
Soy yo, Nico.
- Isa, que sí, que estoy en la cocina, que estoy mirando debajo del fregadero y no está.
Bueno, ¿y qué quieres que te diga?
Vale, sí, venga, adiós.
- [José] ¿Y entonces qué?
- [Lucía] Eh, pues, nada, pues, que dice que está debajo del fregadero, pero no está.
Mira esta... - ¿Buscabais esto?
- Sí, gracias.
- Tranquilo, tranquilo.
Os la voy a dar, pero no gratis.
- ¿Que qué?
- 10 000.
- Dame mi mochila.
¿Qué cojones es esto?
- Venga, coño, José, no pensarás que soy tan imbécil.
- No lo puedo creer, Julián.
Somos amigos de hace años.
- Yo tampoco me lo creía cuando abrí la bolsa.
Supongo que cada uno se gana la vida como puede.
- Eh, dame los paquetes, que no tienes ni puta idea dónde te estás metiendo.
- Me da igual, José, llevo más de dos años en paro.
Ya nadie quiere abogados de mi edad.
Con ese dinero podré pagar el alquiler de un local y montar un pequeño bufete por mi cuenta.
- Coño... - José, por favor.
- Y si no me lo das... iré a la policía.
- Suéltalo.
- Así de fácil.
- José, por favor.
- 10 000.
- [Lucía] Qué hijo de puta.
[♪ música de tensión] - Ocho, nueve, diez.
Perfecto.
- ¿Me la das o qué?
- Sí.
Supongo que esto quedará entre nosotros.
Es mejor para todos que, que Isabel no se entere.
¿Ah?
José, no tienes ni idea de lo que es estar en paro durante tanto tiempo.
Hasta los padres de, de Isa nos tienen que prestar dinero para llegar a fin de mes.
- !¡Que te calles!
!¡Que me la suda!
[trinos] - ¿Has comprobado que esté todo?
No podemos ir a casa de Joao solo con una parte.
- Sí, que sí, está todo.
- Vale, ven al carro.
- Escúchame una cosa.
- [Lucía] ¿Qué?
- No puedes venir.
- Mira... - No sabes lo que puede pasar si Joao no me cree.
No te imaginas de lo que es capaz.
- Ya lo hemos hablado, José.
Voy contigo y punto.
Ya está.
- Cojones, qué terca es.
- Hijo, pues soy así.
¿Qué hacemos?
[José suspira] - Espera, espera una cosa.
- ¿Qué?
- Me gustaría ver a Samuel antes de que vayamos.
¿Te parece bien?
- Sí, claro.
Está en la cocina con mi madre.
[♪ música emotiva] Mamá.
¿Le puede dar la cena a Samuel o se lo digo a Isa?
- No, se la doy yo.
- [Lucía] ¿Sí?
- No te preocupes.
- [Lucía] Vale, gracias.
- Oye... - [Lucía] ¿Qué?
- Que he visto que está José ahí contigo.
- Son cosas nuestras, mamá.
Ha venido a ver a Samuel nada más.
- Está bien.
No me meto, no me meto.
Pero con todo lo que ha hecho... - Mamá, tienes que confiar en mí, ¿vale?
Está todo bien.
Ya, no te preocupes.
Gracias.
Dile a José que lo espero en el coche, ¿vale?
- Está bien.
[José silva] - !¡Papá!
- [José] ¿A qué juegas?
- Estoy llevando unas cosas a Alemania.
- ¿A Alemania?
¿Ni más ni menos?
¿Tú sabes que es muy peligroso Alemania?
- Ah, ¿sí?
- Claro, porque está todo nevado.
Y hay que poner cadenas en las ruedas para que no se resbalen los camiones.
- ¿Cuándo me enseñarás a conducir?
- Cuando te lleguen los pies al pedal.
Ven, estira la pierna.
Ahí.
Yo creo que no llega, ¿eh?
No nos llega.
Pero ¿sabes lo que te dejo hacer el fin de semana?
Te dejo llevar el volante, ¿vale?
Te quiero mucho, chipirón.
- Yo también te quiero.
[♪ música emotiva] - [Rosario] Lucía me ha dicho que te espera en el coche.
- Te quería dar las gracias.
Por lo de Lucas.
A ti y a tu marido.
- Es solo un crío.
Debería estar estudiando, no con esas cosas.
- Ya lo sé.
Lo sé.
- ¿En qué andas metido, José?
A ese chaval le han dado un tiro en la pierna, por Dios bendito.
- He tomado muy malas decisiones.
- Mjm.
- Soy consciente de ello, pero lo voy a arreglar.
Lucía y el niño son lo único que me importa.
Y el pequeño que está en camino será como empezar de cero.
- ¿El pequeño?
- Lucía está embarazada, eso lo sabes.
[trinos] ¿Qué pasa?
- No, yo... Habla con tu mujer.
- ¿Por qué me dices eso?
- Yo no digo nada.
Habla con ella.
Yo no digo nada.
- ¿Ha abortado?
- Mira, lo que tengáis que hablar que te lo cuente ella si quiere.
[puerta se cierra] [trinos] - Joder.
¿Te pasa algo?
- No lo sé.
¿Tú no hay nada que me quieras contar?
- ¿Yo?
No, no.
¿Por qué?
- [José] Vale.
Pues, vámonos.
[♪ música de suspenso] - Hola.
- Tan guapa como siempre.
- Gracias.
- Bienvenida de nuevo a mi casa.
- Creo que José y tú tenéis que hablar de negocios.
Así que, si no te importa, me voy a dar una vuelta por la finca.
- Sin problema.
[trinos] Estaba a punto de ir a buscarte.
- [José] Primero tenía que recuperar esto.
[♪ música de suspenso] No podía venir con las manos vacías.
La traían los conductores escondida en el camión.
[♪ música de suspenso] - José, ¿qué voy a hacer contigo?
[♪ música de suspenso] Vamos a dar una vuelta.
[♪ música de suspenso] - Me parece una locura que estéis aquí.
- Ya.
- ¿Están juntos?
- Sí.
Y reza para que tu marido le crea.
¿Te acuerdas cuando me dijiste que mantuviera la boca cerrada?
- Hmm, sí.
- Pues, ahora te toca a ti.
Espero que todo salga bien porque no quiero volver a verte.
[♪ música de suspenso] - [José] Yo soy gilipollas.
Tenía que haber visto que nos estaban robando cuando pasó lo de Antón y no lo vi.
Esos hijos de puta lo tenían todo organizado y yo a Tomás lo consideraba amigo mío.
- ¿Amigo tuyo y dices que lo mataste?
[♪ música de suspenso] - Vino a pedirme ayuda y yo le dije que sabía lo que estaba haciendo y me amenazó.
Y... Es que no, no me lo quito de la cabeza.
No sabía qué hacer.
Llamé a mi hermano y entre los dos enterramos los cadáveres.
- Y muerto el perro, se acabó la rabia, ¿no?
Oye, ¿y el chico, el muchacho, el hijo de Tomás?
¿Dónde está?
- No lo sé.
Habrá huido, imagino.
No lo sé.
- Menuda historia.
[♪ música de suspenso] [gruñidos] [♪ música de suspenso] [gruñidos] [♪ música de suspenso] - ¿Tú qué harías en mi lugar?
- Joao, te juro que no tenía... - [Joao] !¡Muchacho!
Somos amigos, ¿no?
En eso nos parecemos.
Yo también confío en mis amigos hasta el final.
- Gracias.
[♪ música de suspenso] - Quiero ver con mis propios ojos los cadáveres de Tomás y de mi ayudante.
- Pero están enterrados.
¿Quieres que...?
Vale.
Vale, vale.
- Bien.
Busca a Lucas y encuéntralo.
Necesito hablar con él.
Ah, y José... no me falles.
Porque no te lo puedes permitir.
[♪ música de suspenso] [trinos] - Hola.
- [Paul] Hola.
- Hola.
- ¿Trabajas en la finca?
- Eh, no.
No, no.
¿Qué va?
¿Y usted trabaja por aquí?
- Tampoco.
Paul Bresson.
Un amigo de Joao.
- Encantada.
No, no es usted de por aquí, ¿no?
- ¿Tanto se me nota?
- Eh, bueno, por el nombre y un poco por el acento también.
Es francés, imagino, ¿no?
- Bueno, francés, portugués... Un ciudadano del mundo.
Estoy pasando por aquí unos días.
- Yo soy Lucía.
- Paul.
[en francés] - Si no, si no le importa, tengo que ir a la casa.
Me están esperando por ahí.
- ¿Sí?
- Sí.
- Bueno, yo también tengo que ir.
Si no te importa, te acompaño.
- No, no, para nada.
[♪ música de suspenso] - De momento no le vamos a matar.
Mi hermano tiene otros planes para él.
[♪ música de suspenso] - [Lucía] Espéreme un momento.
¿Todo bien?
- Bien, pero me quiero ir de aquí cuanto antes.
- Vale.
- José Espada, ¿verdad?
- [José] Sí.
- Él es mi marido, él es Paul, es un amigo de Joao.
- Encantado.
Tú no eres de aquí, ¿eh?
- No, mitad portugués y mitad francés.
- ¿Hace mucho conoces a Joao?
- Desde años, hace años.
Mira, ahí viene.
Yo era un niño, pero hemos vivido muchas cosas juntos.
- Ah, veo que ya conoces a la gente interesante de Zarza.
Paul ha traído un vino que es una joya.
Vamos a celebrarlo.
- [José] No, disculpa, nosotros no nos podemos quedar.
Tenemos que ir a recoger al niño.
- No, no te preocupes.
Se ha quedado Isa con él.
Podemos quedarnos.
- [José] Vale.
- Estupendo.
Id abriendo la botella.
Paul.
- Bueno.
- Tengo que hablar con tu marido un momento.
José... me pregunto... dónde estará el chico que ha huido.
- [Paul] Hola, María.
- Hola.
- Hola.
- Paul, ¿tú sabes dónde está Joao?
- Sí, está afuera hablando con José.
Ah, aquí has traído.
Gracias.
Vamos a probar un vino, ¿vale?
- Vale.
- Un vino muy especial.
Calienta el alma y el corazón.
- Vamos, ese chaval no ha salido del pueblo en su vida.
Debe estar solo, asustado.
Debe estar buscando ayuda, si no la tiene ya.
- Nadie se atrevería.
- ¿Quién sabe?
Hay mucha gente a la que le gustaría joderme.
He puesto vigilancia en todas las esquinas del pueblo, pero... en realidad... ¿...sabes lo que me gustaría?
Que me lo trajeras tú.
Sería un buen detalle por tu parte.
- Lo intentaré.
- Bien, vamos dentro.
- [Paul] La uva se cultiva en un castillo muy pequeño a las orillas de un río que queda muy cerca de mi casa.
- [María] Gracias, Paul.
- Gracias.
- Ve si te gusta.
Si os gusta.
Ah, Joao.
- Disculpen las señoras.
- [Paul] Justo a tiempo.
Vamos a hacer un brindis.
- Gracias.
- Por las mujeres, que son lo mejor de la vida.
- Por las mujeres.
- [Lula] !¡Joao!
!¡Joao, los cerdos están...!
[resuella] - ¿Qué?
- Los cerdos están enfermos, no sé qué les pasa.
- [Joao] Pero ¿qué dices?
- Pues que... - ¿Has avisado al veterinario?
- Sí, pero está en el parto de una yegua y no puede venir hasta mañana.
- Eh... Si queréis, yo puedo ayudaros, yo estudié veterinaria.
He trabajado en algunas fincas hace años.
- Pero hace mucho que no ejerces, ¿no?
- [Joao] Lucía, ¿sabes qué?
Me parece muy bien.
Si puedes ayudarnos, te lo agradezco.
- Claro.
- [Joao] Vamos.
[gruñido] - Parece una intoxicación.
- ¿Es grave?
Son mis mejores ejemplares.
- No lo sé, tiene la mucosa muy pálida.
Puede ser que se hayan comido alguna biota en mal estado.
- Pero meu Deus, ¿van a morir?
- No lo sé, pero están muy débiles.
Ahora lo más importante es que no coman nada hasta que se limpie el organismo y que beban agua para que no se deshidraten.
- Sería un desastre.
Hemos invertido mucho dinero en estos animales.
- Bueno, si quieres yo puedo quedarme esta noche a cuidarlos.
Las primeras horas son vitales.
- No.
No te puedes quedar.
- ¿Cómo que no me puedo quedar?
Claro que me puedo quedar.
- Vale.
Joao, será mejor que se encargue el veterinario, nosotros nos tenemos que ir.
- No, no, yo me voy a quedar, José.
Dame, que te doy la llave de casa.
Eh, asegúrate de que Samuel cene antes de irse a la cama, ¿vale?
- ¿Me explicas de qué va todo esto?
- No tengo nada que explicarte.
- Adiós.
[♪ música de suspenso] - Voy a ver cómo están estos de aquí.
[♪ música de suspenso] - [Lucas] ¿Qué tienes?
- No tengo nada.
- ¿No tienes nada?
- Nada de nada.
- Full.
Te estoy metiendo una paliza que flipas, chaval.
No tienes ni idea.
- [Manuel] Anda, anda, tira, que me dejo porque estás cojito.
- Ya, anda.
Coge el móvil.
[timbre telefónico] - Dime, José.
Sí, aquí está a mi lado.
En el sótano de la iglesia, sí.
Estoy seguro, sí.
[♪ música de suspenso] Vale.
Vale, vale.
Adiós.
[♪ música de suspenso] - ¿Qué te ha dicho?
- Joao te está buscando como un loco.
Tienes que salir de este pueblo ya, ¿eh?
Mañana, ¿vale?
- Vale.
Pero antes quiero ir a mi casa.
- ¿Que no me has oído que te están buscando?
¿Eh?
- [Lucas] Da igual, Manuel, tío.
Necesito tener un recuerdo de mis padres.
De mi madre no tengo ni una foto, tío.
Ni una.
Venga, por favor.
Que no va a ser nada, Manuel.
Venga.
[golpes a la puerta] [♪ música de suspenso] - [Raimundo] Abre, Manuel.
Soy yo.
- Joder.
[♪ música de suspenso] - Lucía, te he cogido las cosas y me estoy... - ¿Qué te has hecho en la cabeza?
- Me estoy tiñendo, que no he tenido tiempo en toda la semana.
- Hmm.
- Oye, perdona... ¿tú qué haces aquí?
- Es que esta es mi casa, la tuya está al lado.
- Sí, sí, pero a mí no me lías, ¿eh?
Que tú tienes prohibido entrar aquí.
- Pues ya no.
- ¿Ah, no?
¿Y Lucía?
- Lucía está en la finca de Joao cuidando a unos cerdos.
- Venga, sí.
Me estás vacilando, ¿no?
- Pues, no.
- Eres muy bueno.
Eres muy bueno, ¿eh?
No, que entiendo, entiendo que engañaras a Lucía y no se diese ni en cuenta.
Te estás convirtiendo en un mentiroso profesional, pero a mí no me la das tan fácilmente.
- Me flipa un... - Lucía, Lucía, es que tengo aquí a José.
Hmm.
Ah.
Sí, sí.
Vale, vale.
Bueno, luego... cuando puedas me, me llamas, ¿vale?
Hasta luego.
- ¿Qué dice?
- Bueno, José... ...reconoce que la historia de los cerdos tiene su extrañeza, ¿no?
- Claro, claro.
¿Samuel dónde está?
- Arriba en su cuarto.
Le acabo de dormir.
José, ¿te importa si termino de teñirme?
Es que si no se me va a quedar cada pelo de un color.
- [José] Cierra la puerta cuando te vayas.
- Esto tiene buena pinta.
No hay infección y está cicatrizando muy bien.
[sisea] ¿Te duele?
- Un poco, pero casi nada ya.
Don Raimundo... ...que, que muchas gracias por todo.
- Mjm.
- Si no llega a ser por usted, me quedo sin pierna.
- Vamos a dejarla al aire para que cicatrice mejor.
- ¿Estudió medicina?
- No.
- Mi padre sabe muchas más cosas de las que cuenta.
¿Verdad, papá?
- Escucha, Lucas.
Ahora que está mejor debería de ir a la policía.
Solo te sentirás en paz contigo si haces lo que debes.
- Si va a la policía, le van a colgar el marrón.
Lo sabes como yo.
- No tiene más que decir la verdad.
- [Manuel] Pero ¿qué verdad?
¿Qué verdad, si él no ha hecho nada?
No ha hecho nada.
Ha sido su padre quien le ha metido en todo esto.
- ¿Es que has olvidado todo lo que te enseñé?
[♪ música de suspenso] Lucas, haz lo que debes.
[♪ música de suspenso] - [susurrando] ¿Estás dormido?
- Papá, ¿te quedas?
- Mjm.
- ¿Para siempre?
- [José] Claro.
¿Quieres ir a dormir en la cama grande?
Vamos.
Ay.
Ven aquí.
Ay, ay.
[♪ música emotiva] [trinos] - Estoy totalmente de acuerdo con el diagnóstico de Lucía.
Es una intoxicación.
De hecho, si no fuera por ella es probable que algunos hubieran muerto.
- Lo que no entiendo es cómo han podido intoxicarse.
- [Jacinto] Es difícil saberlo: pesticidas, alquitrán, incluso arsénico.
A veces esas sustancias entran en el suelo o en las plantas y los cerdos entran en contacto con ellas.
- Bueno, y están fumigando los campos, también puede ser por eso.
- Claro, es probable.
Prepararé un complejo vitamínico para que se recuperen.
Debemos tener paciencia y hay que hacer un seguimiento diario a ver cómo evolucionan.
- Bueno, yo puedo venir todos los días un rato hasta que se recuperen del todo.
- Lucía está perfectamente capacitada.
Además, estaríamos en contacto para cualquier urgencia.
- Muy bien, desde ahora pasas a formar parte de mi finca.
[♪ música de suspenso] - [Lula] !¡Joao!
!¡Joao!
Han llamado del hospital.
Nico ha recuperado totalmente la conciencia.
[♪ música de suspenso] - Señores, tengo que irme.
[trinos] - [Paul] Para, para.
!¡Lucía!
Hola.
- Hola.
- [Paul] ¿Qué tal la Jacques Cousteau de los cerdos?
- Bueno, pues, muerta de cansancio y con un olor que no me lo quito ni metiéndome en la lavadora.
- Oye, lo siento, a tu marido no le gustó la idea que te quedaras a pasar la noche.
- Bueno, no está acostumbrado a que duerma fuera de casa, ya está.
- Comprensible con una mujer tan guapa.
Bueno, voy al pueblo, si quieres te acerco.
- No, no te preocupes, he pedido un taxi.
- ¿Taxi?
Joao me dijo que suelen tardar mucho por aquí.
Aprovecha.
- Eh... Vale, de acuerdo.
Además, estoy muy cansada.
[trinos] - [José] !¡Atención!
Primero el pequeño Samu.
El pequeño Samu, pequeño genio, se la pasa.
Bien, va a chutar, va a chutar, va a chutar, [quebrazón] Ay.
Que no pasa nada, no te preocupes.
A ver la boca.
Va a lavarte los dientes.
[♪ música de suspenso] [timbre] Hola.
Pasa.
- ¿Por qué hemos quedado aquí?
¿Has vuelto a casa?
- No, luego te lo explico.
- ¿Qué?
- Joao quiere ver los cadáveres.
- ¿Qué significa que quiere ver los cadáveres?
- Pues, significa que hay que ir, desenterrarlos y enseñárselos.
Y además tenemos que hacerlo hoy.
- Pero eso es imposible, José, no podemos hacerlo.
Que estamos a plena luz del día.
- Ya lo sé, pero habrá que hacerlo.
Y hay que darle dinero a Lucas para que se vaya.
Y tendríamos que rezar para que Nico no hable.
¿Quieres que siga con...?
- ¿Y Lucía?
- Lucía ha pasado la noche en la finca de Joao.
- ¿Cómo?
- Cuidando a los cerdos.
- Eso no es verdad.
- [José] Lo que oyes.
- Hola.
¿Qué pasa, Juan?
- ¿Qué tal, Lucía?
Buenas días.
- Pues, yo me voy a dar un baño y me meto en la cama, que estoy muerta, de verdad.
- ¿Qué tal ha ido?
¿Has acabado con eso?
- Pues, no.
Eh, voy a trabajar en la finca hasta que los cerdos se recuperen del todo.
- Perdón... ¿que vas a trabajar en la finca?
- [Lucía] Sí, voy a trabajar.
- [José] !¡Lucía!
- ¿Qué?
- Bueno, que sabes perfectamente lo peligroso que es.
- Eh, José, me lo ha pedido el veterinario y no me he podido negar.
Además que me viene muy bien trabajar ahora mismo, la verdad.
- Y yo me alegro mucho que vuelvas a trabajar, te lo digo en serio, pero en la finca no puede ser.
Ya encontraremos otra cosa.
- Lo hablamos en otro momento, ¿vale?
Es que estoy muy cansada ahora mismo.
- [Samuel] !¡Mamá!
- [Lucía] Hola, mi amor.
¿Cómo está, mi ratón?
Hola.
Oye, estás sudando.
¿Estás jugando o qué?
- Samuel, vete con el tío.
¿Lo llevas fuera?
- Sí, claro.
Ahora vuelvo.
Venga, Samuel.
Vamos.
- [Lucía] ¿Qué?
- ¿Qué tal con el francés?
- Bien.
¿Te preocupa algo?
- No, pero que ayer lo vi muy atento, muy pendiente.
- Sí, puede ser.
Bueno, voy a la cama, estoy muerta.
Eh, José, eh... gracias por quedarte con Samuel, pero te agradecería que te fueras de casa.
- Es que esta también es mi casa.
Alguien tendrá que cuidar de Samuel si vas a trabajar fuera, ¿no?
- Haz lo que quieras, José.
Ay, Dios.
- Sus constantes vitales se han estabilizado y responde muy bien a la medicación.
Ha pasado por un coma y de momento tiene limitadas sus funciones motoras, pero su mejoría es impresionante.
- [Joao] Doctora, ¿usted cree... que se recuperará totalmente?
- Es difícil saberlo.
Ahora tenemos que centrarnos en su rehabilitación.
La pelota de goma y esta pizarra le ayudarán a recuperar sus funciones psicomotrices.
- Déjeme ver.
- ¿Cuándo le podremos llevar a casa?
- Hombre, tiene una gran voluntad y mucha resistencia.
Si sigue así, pronto le daremos el alta.
- [Lula] Gracias, doctora.
- De nada.
Hasta luego.
[quejido] - ¿Qué?
[quejido] ¿Qué quieres, Nico?
[quejido] - [Lula] Creo que quiere la pizarra.
- ¿Por qué no la dejáis descansar un poco?
- A ver.
Espera.
- [Lula] ¿Qué quieres escribir, Nico?
¿Quieres decirnos algo?
A ver... [Nico se queja] [♪ música de suspenso] - [Joao] No, no, no, no, no.
Nico.
Esto hay que tomarlo con calma.
- [Lula] Tranquilo.
Tranquilo.
Tranquilo, tranquilo.
- Voy un rato afuera.
[♪ música de suspenso] [trinos] [♪ música de suspenso] Pensaba que no ibas a venir.
- Aquí me tienes.
Tú dirás.
[cuervo grazna] - Necesito pedirte... ...un último favor.
Necesito que mates a Nico.
Te juro que después de esto se acabó.
- [hombre] María, esto ya está acabado.
No tienes las drogas, no tienes el dinero y me debes varios favores que no sé cómo me vas a pagar.
- [María] Con mis joyas.
Tengo un montón de joyas auténticas.
Valen una pasta.
Y te las voy a dar todas.
- [hombre] Las joyas no tienen salida.
No me interesa.
¿Por qué no le dices a José que lo haga?
- Porque no puedo contar con él.
No es fácil hacer esto.
La habitación está vigilada y Nico está despierto, así que solo lo puedes hacer tú.
Por favor.
[♪ música de suspenso]
Support for PBS provided by: